Uno de los más grandes impedimentos que puede tener un niño, es ser educado por un "buen" padre. "Buenos" padres, son aquellos que están tan dedicados a sus hijos que creen que deben hacerlo todo por ellos.
Los "buenos" padres pueden volverse sirvientes de sus hijos. Se aseguran de que se despierten a tiempo y se vistan bien. Los están aconsejando constantemente: "Sé un buen niño", "Abotónate la camisa", "Limpia tus zapatos", "No olvides tus libros", etc. No dejan una piedra por remover, mientras meten sus narices en cada uno de los movimientos del niño. Cuando éste regresa del colegio, hay una nueva ocasión para preocuparse por él: "¿Cómo te fue hoy?", "Déjame ver tus cuadernos", "Cámbiate de ropa", "Come", "Apúrate, vete a dormir".
Los "buenos" padres pueden volverse sirvientes de sus hijos. Se aseguran de que se despierten a tiempo y se vistan bien. Los están aconsejando constantemente: "Sé un buen niño", "Abotónate la camisa", "Limpia tus zapatos", "No olvides tus libros", etc. No dejan una piedra por remover, mientras meten sus narices en cada uno de los movimientos del niño. Cuando éste regresa del colegio, hay una nueva ocasión para preocuparse por él: "¿Cómo te fue hoy?", "Déjame ver tus cuadernos", "Cámbiate de ropa", "Come", "Apúrate, vete a dormir".